GINEBRA, SUIZA: Fueron los campeones defensores quienes resultaron victoriosos 6-4 5-7 6-4 6-7(3) 24-22. El dúo de Tomas Berdych y Lukas Rosol finalmente levantaron los brazos al superar a Stanislas Wawrinka y Marco Chiudinelli en un agotador encuentro lleno de nervios y emociones que se prolongó por siete horas y un minuto.
Al final del extenuante partido los checos se fueron con una ventaja de 2-1 con los singles del domingo aún por disputarse. Eso, si a los jugadores aún le queda algo de reserva en el tanque.
La multitud que se congregó en el Palexpo se tuvo que quedar hasta tarde, pero fueron testigos de un momento de historia ya que los cuatros jugadores lo dieron todo en el segundo partido más largo de todos los tiempos (detrás del protagonizado por Isner y Mahut en Wimbledon).
Los suizos tuvieron que resistir una enorme presión en el quinto set y, de alguna forma, pudieron salvar 12 puntos de partido, pero ya el número 13 fue demasiado y cuando Chiudinelli cometió una cruel doble falta un nuevo relato para el folclore tenístico había quedado escrito.
“Nunca jugué tenis por tanto tiempo”, dijo Berdych. “Me gusta porque tengo una nueva experiencia pero aún necesitamos un punto así que vamos a salir otra vez el domingo”.
Como se esperaba el capitán checo, Jaroslav Navratil, optó por cambiar su pareja de dobles, prefiriendo a los más experimentados Berdych y Rosol sobre Jiri Vesely e Ivo Minar.
Por lo tanto un partido más nivelado se esperaba y eso fue justamente lo que sucedió.
Drama en cinco actos
Berdych y Rosol se llevaron el primer set 64, después de romper en el noveno juego. Ese quiebre ocurrió gracias a un revés paralelo de Berdych, que engañó a la pareja suiza.
Wawrinka y Chiudinelli llegaron a tener puntos para recuperar el quiebre en el décimo juego, pero los desperdiciaron y los visitantes se pusieron adelante.
Suiza comenzó el segundo set con fuerza y consiguió un quiebre en el segundo juego. La rotura de servicio fue recibida con un enorme rugido por parte del público de Ginebra.
La multitud fue, sin embargo, pronto silenciada ya que los checos consiguieron responder de inmediato. Una gran acción de Rosol generó un punto de quiebre y luego una devolución de Berdych a los pies de Wawrinka concretó el objetivo. Un frustrado Wawrinka lanzó su raqueta fuera de la cancha camino a su silla.
Otra oportunidad llegó en el octavo juego con dos puntos de quiebre en el servicio de Berdych. El número uno checo respondió y el peligro se evitó.
Con un Rosol luciendo nervioso en el décimo juego, Suiza no aprovechó un punto de set, pero finalmente consiguió la rotura que se merecía cuando Wawrinka conectó un revés cruzado que decretó la caída del servicio de Berdych y la consecución del segundo set 7-5.
Chiudenelli estaba evidentemente contento poniendo una rodilla en el suelo y cerrando el puño para celebrar.
Nuevas oportunidades llegaron otra vez en el tercer set. Berdych salvó tres en su servicio. Wawrinka no pudo hacer lo propio y eso fue suficiente para que la pareja checa se pusiera 2-1 adelante.
Partido cargado de tensión y sumamente cerrado, uno podía cerrar los ojos y sentir el patrón de juego simplemente por la reacción emocional del público en el Palexpo Arena.
Suiza consiguió llevarse el cuarto set por la vía del tie-break aunque previamente tuvieron una oportunidad en el décimo juego y , de esa forma, el intenso duelo se iba a definir el set final y vaya final.
Se requirió un quinto y decisivo set y después de más de siete horas de un palpitante drama, también fue necesario una recostada en un cuarto oscuro.
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